El hecho dejó al congresista en estado crítico y generó una ola de preocupación sobre la seguridad de los líderes políticos en el país.

A través de un comunicado oficial, el Senado expresó su solidaridad con la familia del senador —su esposa, hijos, padre y demás allegados—, así como con su equipo de trabajo. “Elevamos nuestras oraciones por la pronta y completa recuperación del senador”, expresó el texto firmado por el presidente del Senado, Efraín Cepeda Sarabia, y las vicepresidentas Beatriz Lorena Ríos y Paola Holguín.

El Congreso alertó sobre el aumento de los discursos de odio y polarización política, que han generado un ambiente propicio para la intolerancia y la violencia. En ese sentido, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que adopte medidas efectivas que refuercen la seguridad de congresistas, candidatos presidenciales, líderes políticos y las instalaciones del Congreso.

El Senado también exigió a las autoridades una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables materiales e intelectuales del ataque. “La impunidad en estos casos socava los cimientos de la convivencia pacífica y la democracia”, señalaron.

Finalmente, el Congreso hizo un llamado a la unidad nacional para rechazar la violencia política en todas sus formas y promover un diálogo respetuoso en medio de las diferencias ideológicas. “La polarización no debe ser un pretexto para la intolerancia ni para atentados contra la vida y la integridad de quienes velan por el bienestar de Colombia”.